Michael Maier, un hombre con una experiencia en medios ciertamente fuera de lo común (ha creado dos periódicos, uno sin papel y otro sin periodistas) cree que el periodismo ciudadano tiene futuro, pero sabe que integrar el discurso de la gente en el discurso que manda, el de los mainstream media, es difícil. Y no siempre tienen la culpa los editores chapados a la antigüa.
Nos ha llamado la atención la siguiente afirmación. Por venir de quien viene y porque pone en duda el mandamiento actual de participación. Según explica el autor en el estudio «Periodismo sin periodistas. ¿Visión o caricatura?» (pdf), editado por The Shorenstein Center: «Muchas contribuciones [de los ciudadanos] son bienintencionadas, pero incumplen un requisito básico del buen periodismo: el de que los autores escriben sobre cosas que preocupan a los lectores y lo hacen de una manera que los lectores encuentran atractiva».
Maier tampoco ahorra críticas a la arrogancia de los profesionales, que raramente ayudan a mejorar esos comentarios:
One of my motivations in founding Readers Edition came from realizing that most journalists would rather work the whole day summarizing various angles of a story gleaned from different news agencies than follow up on a comment or tip from a single reader. Professional arrogance has always led journalists to look down on their readers to some degree—we’re the experts, after all—but the Internet has increased this condescension.
Después de trabajar muy de cerca con los viejos leones de las redacciones y con los nuevos «caóticos digitales», la conclusión de Maier es esperanzadoramente positiva. Pese a los problemas de integración, el futuro del periodismo está en la publicación en Red, donde podrían encontrarse todas las partes enfrentadas:
«Ultimately, it won’t be the angry bloggers or the clueless citizen journalists, not the crazy kids from YouTube or the dark forces behind MySpace who will decide the fate of journalism. Ultimately, readers and advertisers will show what they are willing to pay for. Network Publishing is the natural ally of traditional media. Even in a completely new media world, together, they can help ensure that society gets the kind of journalism it deserves».